Las habas contienen levodopa

La levodopa de las habas que comió Gugenheim era natural. La industria farmacéutica fabricó luego levodopa sintética que es la que se comercializa como Sinemet, Madopar y Stalevo.
Las habas comunes (Vicia faba) son una fuente natural de levodopa, que se concentra más en las vainas que en las semillas pero que, en cualquier caso, aparece en bajas cantidades.
COMER HABAS MEJORA EL PARKINSON
Existían descripciones anecdóticas sobre enfermos de Parkinson que habían mejorado después de consumir un plato de habas1.
Pero hasta 1992 no llegó el primer ensayo bien protocolizado demostrando su eficacia. Se hizo que varios parkinsonianos comiesen una ración de habas, luego se les medía la levodopa en sangre mientras se comprobaba que conforme subían los niveles de levodopa los síntomas mejoraban al mismo tiempo2.
UN PLATO DE HABAS ES MEDIO SINEMET
Es la equivalencia en cuanto a mejoría de síntomas y en cuanto a la elevación de niveles de levodopa en sangre.
Estudiaron2a 6 parkinsonianos (con una media de 63,5 años, 13 años de duración de la enfermedad y estadio 3 de gravedad). Les dejaron 12 horas sin tratamiento y luego les dieron un plato de habas cocinadas (un cuarto de kilo).
En las cuatro horas siguientes su nivel de levodopa en sangre aumentó a la vez que tuvieron una mejoría clínica importante, similar a la que unos días después, en las mismas condiciones, les produjo media tableta (las de color azul verdoso) de Sinemet 25/250 mg: es decir, 125 mg de levodopa con 12.5 mg de carbidopa. Se piensa que en parkinsonianos en fase inicial, con pocos síntomas, las habas serían una opción de tratamiento4… si se encuentra un modo de administrar su contenido.
HABAS CON POCA LEVODOPA PERO FUNCIONAN
Las habas comunes tienen concentraciones bajas de levodopa por lo que ésta, en teoría, desaparecería rápidamente de la sangre porque nuestra enzima descarboxilasa enseguida la convertiría en dopamina.
Resulta pues extraño lo que hemos visto: que la pequeña cantidad de levodopa que se ingiere al comer habas sea suficiente para mejorar los síntomas de los parkinsonianos.
La explicación más fácil es que esos pacientes también toman Sinemet por lo que la carbidopa de ese medicamento haría más eficaz el suplemento de levodopa de un plato que contenga esa legumbre.
Pero ¿por qué también funciona en los que no toman Sinemet sino agonistas dopaminérgicos? Abajo lo explicamos.
LA CARBIDOPA HACE EFICAZ LA LEVODOPA
Además de levodopa, las habas tienen carbidopa5 (que frena a la enzima descarboxilasa) por lo que la levodopa puede circular en sangre sin transformarse en dopamina.
Por eso funcionan en parkinsonianos, porque en las habas se combinan levodopa y carbidopa (más en los brotes tiernos). En cierto modo, imitan al Sinemet pero mejorándolo. La mejoría consiste en que en las habas la proporción carbidopa/levodopa es aproximadamente 1:1, mientras en el Sinemet era 1:10 y en el Sinemet Plus se pasó a 1:4. Atendiendo a estas proporciones, las habas equivaldrían a un Sinemet “Super-Plus”.
Se recomendaba que la dosis diaria de carbidopa estuviese entre 75 y 200 mg por temor a que se redujesen sus efectos clínicos por inhibir demasiado la dopa-descarboxilasa. Pero estudios recientes demuestran que los síntomas parkinsonianos continúan mejorando aunque se suba la carbidopa diaria a 450 mg/día6. Sería una forma de disminuir los efectos periféricos indeseables de la levodopa y en algunos países se dispone de tabletas que sólo llevan carbidopa (Lodosyn).
También se ha comprobado que la absorción de carbidopa varía según las personas, que unos la asimilan de modo “rápido” y otros “lento” lo que puede explicar las variaciones de respuesta7 según individuos o las oscilaciones diarias y podría intentar corregirse con dosis adicionales de carbidopa.
ENRIQUECER LAS HABAS CON CARBIDOPA
Es una buena idea. Hemos visto que las habas tienen una beneficiosa levodopa natural pero en escasa cantidad. Y si, con tan poco, mejoran los síntomas es porque es alta su proporción de carbidopa (el inhibidor de la decarboxilasa que la hace desaparecer de la sangre).
Se aconseja, siempre bajo control médico, combinar carbidopa con los brotes de habas para aumentar su eficacia: se necesita así menos cantidad de habas y mejoran más los síntomas parkinsonianos5.
Pues bien, se ha hecho en Australia9. Han enriquecido las habas con carbidopa sintética y los resultados son mucho más evidentes: a 6 parkinsonianos se les dio un plato de habas mezclado con carbidopa y, en 5 de ellos se obtuvo a los 40 minutos una mejoría motora que se prolongó casi dos horas equivalente a la que les produjo una tableta de Sinemet.
Además, los niveles plasmáticos de levodopa subieron en paralelo con las habas + carbidopa y con la pastilla9.
EL POLVO DE HABAS SECAS TIENE POCA LEVODOPA
Para tratar el Párkinson con levodopa de habas comunes tenemos dos problemas. El primero es de sentido común: si un cuarto de kilo de habas equivale a medio Sinemet azul 25/250, un paciente medio tendría que tomar entre uno y dos kilos de habas diarias.
La otra opción, secar esas legumbres para reducirlas a polvo tampoco sirve porque las habas secas tienen todavía menos levodopa y no podemos usar cápsulas. Habría que tomarla en saquitos, muchos saquitos, y tampoco es práctico.
SEMILLERO PARA COMER BROTES DE HABAS
Las habas tiernas contienen más levodopa que las maduras pero hay todavía más en las plántulas que comienzan a brotar.
Si se ponen a germinar las semillas de habas y se recogen sus brotes, el extracto es mucho más rico en levodopa11, casi 20 veces más. Se comprueba que suben más los niveles plasmáticos y mejoran claramente los síntomas. El máximo contenido de levodopa se obtiene al sexto día de haber puesto en agua las semillas de haba12.
Tienen otra gran ventaja: los brotes se digieren mucho mejor que las semillas y se evita la incómoda flatulencia.
Algunos parkinsonianos cultivan habas en su pequeño huerto aunque podría bastar con un semillero grande. Germinan rápida y fácilmente, y cada mañana recogen su cosecha de una docena de incipientes brotes: un pequeño tesoro diario que toman como complemento dietético.
También se ensayan variedades de habas comunes13 para aumentar su contenido en levodopa. Es una opción económica que ya se ha planteado para países en vías de desarrollo en que el Sinemet, Madopar o Stalevo siguen resultando muy caros.
LA DOSIS HAY QUE ADAPTARLA A CADA CASO
Muchos parkinsonianos pueden beneficiarse del consumo de habas, siempre bajo supervisión médica, teniendo en cuenta las contraindicaciones (favismo o enfermedades previas, toma de medicamentos incompatibles, etc.). Además, hay que comprender que la dosis es muy variable porque va a depender de muchos factores.
La cantidad de levodopa puede variar mucho, según su especie, la zona de cultivo, las condiciones del suelo, las precipitaciones y otros factores. Se sabe que la vaina y las habas jóvenes contienen más L-dopa que el grano maduro. Aproximadamente 100 g de habas frescas o verdes, podrían contener unos 50 a 100 mg de Levodopa11.
HABAS HACEN MÁS EFECTO EN PARKINSONIANOS
Si las habas son maduras, o tiernas tienen más levodopa, y una persona sana apenas lo aprecia. Pero su efecto es mucho mayor en los parkinsonianos medicados con Sinemet, Madopar o Stalevo (la carbidopa que llevan estas tabletas aumenta como vimos la eficacia de la levodopa de las habas).
Se han descrito algunos casos en que un paciente con levodopa y agonistas, tras consumir las habas tiernas que él mismo recolectó, fue hospitalizado por un cuadro de intensas discinesias15.
Las habas cambian el estado de los parkinsonianos, a veces demasiado. Pero si se toman con un buen control pueden mejorar las fluctuaciones motoras diarias.
SÍNDROME NEUROLÉPTICO AL DEJAR LAS HABAS
Consumir habas influye en los parkinsonianos como hemos visto en el caso anterior por sobredosificación. Pero también lo prueba el caso contrario: un parkinsoniano que venía tomando habas como terapia complementaria, interrumpió de repente su consumo. Eso le provocó un síndrome neuroléptico maligno (fiebre, rigidez, obnubilación, etc.)16 el mismo cuadro clínico que se ve cuando dejan de tomar bruscamente la medicación.
HABAS MEJORAN OSCILACIONES “ON-OFF”
Acabamos de ver que en algunos pacientes que mezclan fármacos con levodopa, agonistas dopaminérgicos y otros, comer habas tiernas sin control puede producir discinesias, por las interacciones que se producen.
Como publica la famosa revista Movement Disorders, se ha demostrado que, con supervisión, el consumo moderado de habas disminuye las oscilaciones clínicas de los parkinsonianos prolongando el tiempo “on”, es decir, los momentos del día en que mejor se encuentran17.
Lo habitual es que 100 gramos de habas frescas al día sean suficientes18, pero si decide consumirlas para mejorar su Parkinson, sobre todo si usa extractos, hágalo poco a poco y siempre con supervisión médica pues podría ser necesario ajustar los medicamentos previos. Tomar habas sin consejo médico conlleva riesgos19, entre ellos el de sobredosificación, alergias y otros.
BUSCAR OTRAS PLANTAS CON MÁS LEVODOPA
Lo idóneo sería encontrar habas (u otras plantas, legumbres o no) con mayor contenido de levodopa.
Esa solución existe pero no en países europeos: en la India, en el Caribe y zonas tropicales de África crece espontáneamente una leguminosa, una “haba peluda” que tiene diez veces más levodopa que la nuestra: la mucuna pruriens. La vemos en el siguiente capítulo.